Yamaha BW'S 65

Era 1994, una tarde de mediados de septiembre, antes de empezar las clases, cuando los días todavía son largos y el tiempo cálido, pero no sofocante. J.A y yo, estábamos a la salida de Villalba, dando un paseo en bici habíamos acabado allí. Carretera abajo en dirección al pueblo vimos pasar una BW’S 65 roja. No se si mi compañero de fatigas se fijó en ella, pero yo si que lo hice y mucho. Pensaba que con un trasto de esos podría llegar mucho más lejos –y más rápido, y con menos esfuerzo-, aunque entonces no tuviera ni siquiera la edad mínima para conducirla (hacía falta el carnet A1 de entonces, que te permitía llevar motos de hasta 75 cc, y como ahora hacían falta mínimo 16 años para obtenerlo). Y hasta meterme por alguno de los muchos caminos que había por allí (BW’S significa Big Wheels, literalmente, “ruedas grandes”, fue el primer scooter “trail”, con gruesos neumáticos mixtos para meterse tímidamente por alguna pista en buen estado).
Entonces me bastaba con soñar que tenía esa moto mientras deboraba el asfalto a lomos de mi bici. Me faltaban algunos años para aborrecer el tacto de los sueños.
2 comentarios
dragonfly -
Al menos por ahora
lara -
Besos.