Las pequeñas cosas: el anillo
Con la mirada perdida, se dejo caer en el sofá. Escuchó el estruendo de la puerta al cerrarse. Se quedó unos instantes allí, quieto, en silencio, incapaz de moverse. Al final reunió unas pocas fuerzas para levantarse y caminar hasta el balcón..
En la calle, el taxista terminaba de colocar unas maletas en el coche. Su mujer, antes de entrar en el taxi, levantó la mirada y le hizo un leve gesto con la mano. Después se metió en el coche. Desde el balcón pudo ver como el coche se alejaba...
Como solía decirle su madre "el diablo está en las pequeñas cosas". Cuidar los pequeños detalles: uno a uno no significaban nada, pero la suma de todos ellos podía tener consecuencias devastadoras...
Una chapa de titanio del tamaño de la regla de un colegial fue capaz de convertir al Concorde en una bola de fuego. Y un anillo, de acabar con su matrimonio.
No, eso no era verdad, al menos no del todo. Culpar a un pequeño trozo de oro de sus males no era justo aunque sintiera deseos de coger el coche y estamparlo contra el escaparate de una joyería. No... Tan solo fue la gota que colmó el vaso...
Nunca podría olvidar su voz: primero susurros, después gritos que se escuchaban en todo el edificio...
Estaban cenando cuando ella se dio cuenta..
-¿Y el anillo? ¡No me digas que lo has perdido!-
Miró su mano derecha como si fuera la primera vez que la veía. No estaba... el sencillo anillo de oro blanco no estaba en su lugar, en el dedo corazón. Recordaba que por la mañana, mientras se afeitaba, si que estaba ahí.
-¿Ya no me quieres? ¿Por eso te has quitado el anillo?-
-Te quiero tanto como la primera vez que te vi. Debo haberlo perdido, ya sabes... soy un desastre. -
Pero ella no le escuchaba, solo repetía que era un desastre, que apenas pasaba tiempo con ella, que se pasaba la vida trabajando...
Era cierto. Todo el día al volante de la furgoneta de reparto. La hipoteca no perdonaba, pero a cambio, el poco tiempo que pasaba en casa disfrutaba de su nuevo piso: un lugar de intimidad para los dos...
Pero eso ahora daba igual....
En la calle, el taxista terminaba de colocar unas maletas en el coche. Su mujer, antes de entrar en el taxi, levantó la mirada y le hizo un leve gesto con la mano. Después se metió en el coche. Desde el balcón pudo ver como el coche se alejaba...
Como solía decirle su madre "el diablo está en las pequeñas cosas". Cuidar los pequeños detalles: uno a uno no significaban nada, pero la suma de todos ellos podía tener consecuencias devastadoras...
Una chapa de titanio del tamaño de la regla de un colegial fue capaz de convertir al Concorde en una bola de fuego. Y un anillo, de acabar con su matrimonio.
No, eso no era verdad, al menos no del todo. Culpar a un pequeño trozo de oro de sus males no era justo aunque sintiera deseos de coger el coche y estamparlo contra el escaparate de una joyería. No... Tan solo fue la gota que colmó el vaso...
Nunca podría olvidar su voz: primero susurros, después gritos que se escuchaban en todo el edificio...
Estaban cenando cuando ella se dio cuenta..
-¿Y el anillo? ¡No me digas que lo has perdido!-
Miró su mano derecha como si fuera la primera vez que la veía. No estaba... el sencillo anillo de oro blanco no estaba en su lugar, en el dedo corazón. Recordaba que por la mañana, mientras se afeitaba, si que estaba ahí.
-¿Ya no me quieres? ¿Por eso te has quitado el anillo?-
-Te quiero tanto como la primera vez que te vi. Debo haberlo perdido, ya sabes... soy un desastre. -
Pero ella no le escuchaba, solo repetía que era un desastre, que apenas pasaba tiempo con ella, que se pasaba la vida trabajando...
Era cierto. Todo el día al volante de la furgoneta de reparto. La hipoteca no perdonaba, pero a cambio, el poco tiempo que pasaba en casa disfrutaba de su nuevo piso: un lugar de intimidad para los dos...
Pero eso ahora daba igual....
10 comentarios
Hada -
Dragonfly -
dos relatos a la vez....
mi musa me va a matar!!!
mmmmm ¿que le habrá pasado a Marta con los anillos?
Marta -
Pero... Creo que los anillos están malditos, o les pasa algo raro. Y paso de contar nada de mi vida personal, pero que conste que deberías continuar el relato, puede dar mucho de sí, y por favor, que termine bien!!!
Un beso!
Dragonfly -
por lo menos crea debate...
intentaré continuarlo, pero mi inspiración es muy traicionera...
besitos
MiArrebato -
Nimue y su kaos -
Dragonfly -
Uff.. continuarlo. La verdad es que está un poco incompleto... pero soy muy inconstante escribiendo...
Besitos....
Bo Peep -
cypher -
¿Seguirá? Me gustaría.
Mery -