Las lágrimas de Carlos.

A través de la pantalla gigante pude comprobar como Carlos Sainz bajaba del coche totalmente emocionado, con lagrimas en los ojos. Instantes antes nos deleitaba con una orgia de derrapajes, cruzadas y trompos en pleno centro de Madrid, entre Cibeles y la Puerta de Alcala. El matador se despedía con el rugir del Xsara WRC. Supongo que le embargaría una emoción indescriptible....
Se me puso la carne de gallina.
Pese a ello mi cerebro no cesaba de bullir. El alcalde de Madrid se apuntó a la celebración (incluso Carlos le dio unas vueltecitas) cuando NO HA HECHO NADA por el mundo de los rallyes. Ni el, ni sus antecesores. NO MOVIO UN DEDO para evitar que el rallye de Madrid del año pasado dejara de ser puntuable para el nacional. Ni para que este año tuviera que disputarse en GUADALAJARA. Eso si, a la hora de salir en la foto....
¿Donde estaba Luis Moya? El copiloto "de toda la vida" de Sainz (ahora jefe de equipo en Subaru) no estuvo presente en el adios del bicampeón del munto...
Y, como no, los deportes de los informativos dedicaron muchisismos minutos AL FUTBOL. Diossss, así nos va.... De nuevo acabe la tarde insultando a la televisión, que es lo que suelo hacer cuando me cabreo...
Entre esto y la movida del rallye de ayer acabé cansado hasta la médula, pero muy contento....