El tacto de los sueños
Desde pequeño he tenido mucha imaginación, una facilidad tremenda para soñar despierto (aunque a veces me cueste muuuuuchooo dormir, llevo una semana bastante maja, toco madera). Esto es bueno y malo, como casi todo en esta vida. Bueno ... por ejemplo a la hora de escribir un relato ... o de ilusionarse con cosas pequeñas o grandes. Malo, porque es más facil soñar despierto que cambiar la realidad que te rodea. Y acabas atrincherado en tus propios sueños, porque intentar convertirlos en realidad es tan complicado que diréctamente ni lo intentas (a veces no te quedan fuerzas para ello).
Hasta que despiertas (despierto y no tengo alas... como bien dice Estopa ) y ves que no tienes nada. Nada. Sentir ... arena entre los dedos, áspera, húmeda, se pega a tu piel y no puedes librarte de ella y saber que no hay nada más. En ese momento comienzas a aborrecer el tacto de los sueños. A odiarlo con todas tus fuerzas.
2 comentarios
dragonfly -
Yo me pegué un porrazo contra una señal de tráfico yendo despistado por la acera .. en toda la rodilla :S
Saludos
erik -