Cuellos de botella

Hoy se han roto los semáforos de un cruce cercano a mi casa y el pifostio más grande de lo habitual me ha hecho llegar tarde al trabajo. Naturalmente no había policía para regular el tráfico, que están muy ocupados poniendo multas de aparcamiento y manejando los radares - tragaperras.

Mientras avanzaba en primera, me acordé de algo. Hace más de tres años, conforme avanzaban las obras de la R3 (una bonita autopista de peaje que usan dos gatos) no se les ocurrió mejor cosa que cortar permanentemente uno de los accesos de San Blas a Vicalvaro (Avenida de Daroca). Y, no contentos, quitaron las rampas de acceso a la M-40 sur desde otro acceso a Vicalvaro. Eso implica, a parte de sobrecargar de tráfico el único acceso que queda, darse una vueltecita hasta San Blas o Vallecas si desde Moratalaz quieres coger la M-40 sur.

Al hacer la R3, también acondicionaron un par de descampados como preciosos "parques fantasma" ya que olvidaron construir accesos desde San Blas. Y por mucho Red Bull que tomes, no te da alas para pasar por encima de una autopista.

Como es habitual en España, las cosas se hacen tarde y ya están construyendo una bonita pasarela y está en proyecto reabrir la Avenida de Daroca.

Para colmo de males, dos puentes sobre la M-40 de unos 12 años de antigüedad, se están cayendo literalmente a pedazos (ole con las construcciones de calidad) y las obras correspondientes provocan más atascos, cuando no te cortan uno sin avisar y, dada esa multitud de accesos que hay, te tienes que ir a dar la vuelta a tomar por saco.

En fin, que bonito es Madrid. Precioso.