Atrapando otro momento más...
Como suele, mi vueltecita en bici se alargó más de lo esperado (esta vez no perdí...pero acabé EN UN PEAJE DE LA R2 M12-en construcción, claro, no estoy tan loco como para meterme por una autopista). Estaba anocheciendo, callejeaba por una zona de chalets cuando, al doblar una esquina, me topé con un precioso gato naranja, recostado en el techo de un Seat Cordoba Sx color caramelo. El animal ni se inmutó cuando pasé a su lado. Iba a hacerle una foto con el móvil -la cámara estaba en casa- pero venía un coche un poco mas atrás. Me quitó de enmedio, subo a la acera y espero a que pase el coche de marras. Los que iban en el coche también fliparon, porque pararo se quedaron un buen rato mirando al gato. El felino se debió sentir observado y salto del techo a la acera, como quien no quiere la cosa.
Cuando se fue el coche (total, ya me habían chafado la foto) me acerqué al gatito. Tenía la tripa y las patas blancas, era precioso. Se le veía bien cuidado y hermoso, no tenía pinta de ser un gato callejero, tampoco salió corriendo al verme. Me olisqueo y maullo varias veces. No tenía nada de comer que darle, una pena.
Le hice un par de fotos con el móvil y me piré, que se hacía tarde (CUANDO CONSIGA MANDAR UN MMS LAS SUBO).
El el camino hacia casa pensaba que el gatito y yo no eramos tan diferentes. A los dos nos gusta movernos en silencio. Los dos somos independientes (osea, que vamos a nuestra p.. bola). Nos gusta la noche y la luna llena. Y que nos mimen.
Pero... cuidado... Tenemos afiladas uñas. Y mal genio.
3 comentarios
Marta -
Un beso.
Dragonfly -
Un saludo!
vergonzoso -