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Dragonfly

Perdido

Perdido El camino se término al comenzar un barbecho (campo de labor arado pero sin cultivar).
No puede ser...
Por mucho que mi mente se empeñara en negarlo, era verdad
No se donde estoy
Sentí un miedo tremendo. Eran las 20:30 de lunes y estaba en medio de ninguna parte, en el monte, entre encinas y pequeñas parcelas de cereal. Solo. Una bici, medio litro de agua y un móvil era todo lo que tenía. Intenté tranquilizarme y pensar.
Por quinta vez en tres días había lanzado un órdago a los caminos: estoy aquí, quiero ir a este pueblo pero no por carretera, sino por pistas. Sin brújula ni mapas ni gps ni tampoco un libro de ruta. Sólo el conocimiento del terreno que me da llevar al menos 11 años moviendome por esas tierras. Eso y mi sentido de la orientación, que es bastante preciso -salvo cuando me pongo nervioso, entonces me puedo perder en la Castellana o en la estación de Atocha-. Las cuatro ocasiones anteriores había salido victorioso, había llegado donde quería y por donde quería. La primera -ver post “abandonadas ruinas bajo las nubes” no tenía ningun misterio, tan solo había que encontrar un puente y seguir un camino paralelo al río. La segunda y la cuarta, eran recorridos más o menos conocidos (los había hecho anteriormente, hace como 4 o 5 años). La tercera era un recorrido totalmente nuevo para mi, pero con muchos puntos de referencia que me servían
De nada vale acertar 4 veces si a la quinta te equivocas y acabas en medio de la nada con apenas 3/4 de hora de sol por delante.
Delante de mi tenía un valle. En el fondo valle debía haber una carreterita, poco más que una pista asfaltada. De lo contrario estaba bien jodido.
Lo único que podía hacer era llegar como fuera (no había camino) al fondo del valle. Si era el valle que yo creía que era, perfecto. Si no lo era, habría un camino (eso esperaba) y siguiendolo me llevaría al valle de la carreterita. Y si ninguna de las dos cosas era cierta, entonces si que podía ponerme a llorar.... (y entonces coger el movil y llamar al 112)
Empecé a bajar a toda prisa hacia el fondo del valle. Cuando encontraba un camino o el terreno lo permitía, sobre la bici. Cuando no, empujando. Calculo que salvé entre 150 y 200 metros de desnivel en menos de un kilometro.
Llegué a un pequeño campo de cereal desde el que podía divisar el fondo del valle. Allá abajo, un camino se juntaba con otro y acababa en otro, mucho mas ancho y de un color grisaceo. Si no me equivocaba esa era la carreterita. Pero para llegar hasta allí tenía que salvar un desnivel muy grande. De esos que te cuestan salvar a pie....
Busqué el mejor sitio y comencé a bajar empujando la bici, todo lo despacio que me permitía mi estado de nervios. “Cuidado... mucho cuidado” me decía.... era fácil torcerse un tobillo y si estaba donde creía que estaba me quedaban como 7 km de carretera para llegar a casa. Se me hizo eterno el tiempo que tarde en alcanzar el fondo del valle. Pero.... allí estaba... la carreterita.
Suspiré. Eran las 20:40 o así.... 10 minutos de nervios... de muchos nervios....pero lo había logrado.... 1/4 de hora después estaba en casa. Mientras pedaleaba por asfalto me acordaba de los pilotos de raids Jordi Arcarons y “Nani” Roma. Ya os contaré por qué en otro post....
Lo primero que hice al llegar a casa, antes de ducharme siquiera fue coger un mapa topogáfico -el de la foto, es penosa pero es que es una foto al mapa, no un escaneado- y ver cuanto me había equivocado. Yo quería llegar a un collado (1) y acabé como 3 km más abajo (2).
Llevo desde los 14 años (ahora tengo 25) moviendome en bici por carreteras y caminos esa zona, el 99% de las veces solo. Nunca me había perdido así He tenido sustos, caidas, averías y hasta pájaras (desfallecimientos) pero siempre he sido capaz de volver a casa sobre la bici y de una pieza. Será que estoy madurando pero cada vez lo veo más peligroso. Tengo todo el cuidado que puedo, siempre llevo casco, nunca salgo sin el móvil... pero eso no quita para que de vez en cuando se me vaya la pinza y acabe metido hasta las trancas en berengenales de la leche.
Mientras me duchaba, sacudí la cabeza y sonreí... Después de todo lo había logrado. En cuanto pueda, intentaré volver a hacer el camino de marras, pero en sentido inverso... Estoy convencido de que puede hacerse....

5 comentarios

Dragonfly -

Gracias a todos por vuestros comentarios!!!!

Marta: sentado en una silla delante del ordenador puede parecer una aventura. Empapado en sudor con las zapatillas llenas de tierra (no se anda muy bien por los barbechos... muy blando el suelo) empujando la bici.... pues lo pasé mal. Pero de todo se aprende. La próxima vez, mas tiempo.... mas sol de margen

Aurawa: jejeje, me has quitado las palabras de la boca... iba a hacer un post sobre eso

Vergonzoso: A mi también me ha pillado una tormenta y cuando empiezan a caer rayos.... ufff que mal lo paso.....

Mariose: pues cuado quieras te invito a una excursion en bici, pero facilita....

Aurawa -

Yo siempre digo que los caminos de la tierra, son como los de la vida ...
A veces hace falta perderse para encontrar algo mejor.
No sé, sera porque nunca perdiendome me he llevado un gran susto.
Pero suelo utilizar esos momentos para compararlos con mi vida, y siempre salgo ganando :)
A veces el camino marcado, no es el mas satisfactorio.
Un besazo amor.

Mariose -

Hace poco nos perdimos con las bici por un cámino de olivos, hacía un frio del caraj.. y luego empezó a hacer un calor insoportable... nos hicimos unos 80km. cuando estaban programados la mitad, desde entonces ya no he cogido la bici... les digo que lo hicieron a conciencia, medio en broma, aunque cuando recuerdo sus caras hacían pero muy bien el papel. ;)
pero es lo que dices, que estoy deseando otra vez perderme un poquillo, pero sólo un poquillo.
Besos.

vergonzoso -

a mi me paso eso en el camino de santiago, por la zona del pais vasco.

Me desoriente, y aparecí 20 kms , al otro lado de un monte.

Y otro dia, pillé una supertormenta, y caian rayos cerca de mi. menudo susto. !

Marta -

Ufff, menuda aventura, pero lo importante es no perder los nervios, y tratar de hacer el camino a la inversa, aunque cueste más, y además, siempre se llega a algún sitio.

Y sobre eso de la madurez y la peligrosidad, creo que al ir haciendonos mayores, vamos viendo los peligros que antes no eramos capaces de ver...

besos