El afilador
Hoy me siento vacío, triste e inutil......
Pero aún así intento arrebatarle un post a la mente....
¿De qué estan hechos los recuerdos? ¿De palabras? ¿Sensaciones, sentimientos, imágenes, sonidos, sabores, olores, voces?... Creo que los recuerdos son una extraña amalgama de todo eso.....
Mi memoria es a la vez precisa y caprichosa. Hay cosas que recuerdo con estremecedora claridad, pese a que haya llovido mucho desde que ocurrieron, aunque quiera olvidarlas, quizás precisamente por eso. Otras las he olvidado. El resto, es una nebulosa de recuerdos inconexos.... Por no hablar de los despistes del estilo de no recordar si has cerrado la puerta, que comiste ayer... el nombre de una persona...
Al final he llegado a la conclusión de que recuerdo los extremos: lo mejor y lo peor....
El otro día, estaba viento Mi cámara y yo (un programa de telemadrid) cuando escuché la particular melodía que utilizaban los afiladores para anunciar su presencia. Los afiladores eran unos pesonajes que iban de acá para allá afilando cuchillos (a cambio de un precio), primero en bicicleta y luego en algún destartalado ciclomotor. Para atraer a los clientes, utilizaban una especie de armónica llamada chiflo, que produce un sonido curioso e inconfundible... Esa melodía estará ligada siempre a mi niñez...
Ahora, el que se dedica a afilar los cuchillos de una pescadería cercana a mi casa lleva su piedra de afilar en la parte trasera de una furgoneta y ya no hace sonar el chiflo.... Aunque siempre nos quedan las letras de Manolo García..
A veces imagino por un instante
que no te has ido y el tiempo se detiene.
A veces imagino por un instante,
mientras observo al afilador.
Mientras observo al afilador
que sin descansar pule lentamente
las líneas de mi mano, las líneas de mi frente.
Ha llegado el día
en que los atardeceres han de encontrarme
atento al arrullo de las palomas en los dinteles.
Me muevo por cunetas y por esteros.
Resbalo en las pendientes de arena gruesa,
por tierras solitarias, ayer fronteras.
Mientras observo al afilador.
Mientras observo al afilador
que barre la escalera que acaba en tu puerta
y canta quedamente con lluvia de aguanieve.
Ha llegado el día en que habrá que desprenderse
de las baratijas, ofertas de algún "Mes todo para el hogar"
y asilvestrarse.
Con mi locura conservo asombro.
Sobre los hombros la alegría
que hasta ayer mismo compartimos.
Tu recuerdo me conmueve
como al zagal nacido en estrechos valles
conmueve el concierto de las mareas.
A veces te veo por un instante.
A veces, siempre, te sueño
Antes de desaparecer
tras los tenderetes de los aduares.
A través de los cercados
donde pastan caballos alados.
Donde estés, somos libres.
Ahora sé que somos libres.
Donde estés, te quiero libre
Donde estés, quiéreme libre.
Como en la fotografía, inmóvil soy.
Preso me tengo. Parado tras los cercados.
Donde soy prisionero sin alas con la Nación India.
Donde estés, somos libres.
Ahora sé que somos libres.
Donde estés, quiéreme libre
Donde estés, te quiero libre.
A veces imagino que no te has ido.
A veces imagino.
A veces imagino por un instante que no te has ido.
Y el tiempo se detiene. Y el tiempo se detiene.
Y el tiempo se detiene.
Manolo García/ Mientras observo al afilador
Pero aún así intento arrebatarle un post a la mente....
¿De qué estan hechos los recuerdos? ¿De palabras? ¿Sensaciones, sentimientos, imágenes, sonidos, sabores, olores, voces?... Creo que los recuerdos son una extraña amalgama de todo eso.....
Mi memoria es a la vez precisa y caprichosa. Hay cosas que recuerdo con estremecedora claridad, pese a que haya llovido mucho desde que ocurrieron, aunque quiera olvidarlas, quizás precisamente por eso. Otras las he olvidado. El resto, es una nebulosa de recuerdos inconexos.... Por no hablar de los despistes del estilo de no recordar si has cerrado la puerta, que comiste ayer... el nombre de una persona...
Al final he llegado a la conclusión de que recuerdo los extremos: lo mejor y lo peor....
El otro día, estaba viento Mi cámara y yo (un programa de telemadrid) cuando escuché la particular melodía que utilizaban los afiladores para anunciar su presencia. Los afiladores eran unos pesonajes que iban de acá para allá afilando cuchillos (a cambio de un precio), primero en bicicleta y luego en algún destartalado ciclomotor. Para atraer a los clientes, utilizaban una especie de armónica llamada chiflo, que produce un sonido curioso e inconfundible... Esa melodía estará ligada siempre a mi niñez...
Ahora, el que se dedica a afilar los cuchillos de una pescadería cercana a mi casa lleva su piedra de afilar en la parte trasera de una furgoneta y ya no hace sonar el chiflo.... Aunque siempre nos quedan las letras de Manolo García..
A veces imagino por un instante
que no te has ido y el tiempo se detiene.
A veces imagino por un instante,
mientras observo al afilador.
Mientras observo al afilador
que sin descansar pule lentamente
las líneas de mi mano, las líneas de mi frente.
Ha llegado el día
en que los atardeceres han de encontrarme
atento al arrullo de las palomas en los dinteles.
Me muevo por cunetas y por esteros.
Resbalo en las pendientes de arena gruesa,
por tierras solitarias, ayer fronteras.
Mientras observo al afilador.
Mientras observo al afilador
que barre la escalera que acaba en tu puerta
y canta quedamente con lluvia de aguanieve.
Ha llegado el día en que habrá que desprenderse
de las baratijas, ofertas de algún "Mes todo para el hogar"
y asilvestrarse.
Con mi locura conservo asombro.
Sobre los hombros la alegría
que hasta ayer mismo compartimos.
Tu recuerdo me conmueve
como al zagal nacido en estrechos valles
conmueve el concierto de las mareas.
A veces te veo por un instante.
A veces, siempre, te sueño
Antes de desaparecer
tras los tenderetes de los aduares.
A través de los cercados
donde pastan caballos alados.
Donde estés, somos libres.
Ahora sé que somos libres.
Donde estés, te quiero libre
Donde estés, quiéreme libre.
Como en la fotografía, inmóvil soy.
Preso me tengo. Parado tras los cercados.
Donde soy prisionero sin alas con la Nación India.
Donde estés, somos libres.
Ahora sé que somos libres.
Donde estés, quiéreme libre
Donde estés, te quiero libre.
A veces imagino que no te has ido.
A veces imagino.
A veces imagino por un instante que no te has ido.
Y el tiempo se detiene. Y el tiempo se detiene.
Y el tiempo se detiene.
Manolo García/ Mientras observo al afilador
11 comentarios
dragonfly -
Me alegra ver que post tan antiguos "no se los ha llevado el viento" y que de vez en cuando, alguien se topa con ellos y le hacen pensar ....
Saludos.
Songo -
La evocación tiene un carácter mágico y se resuelve, al final, con la anhelada LIBERTAD, que nos recuerda Manolo.
Saludos
dragonfly -
Un besote
arandanilla -
dragonfly -
Mmmmm tengo su último disco con el dvd, pero no el libro...
arandanilla -
yka -
mil besos
Dragonfly -
asi que Besos...
Marta -
Me alegro que estés mejor, y lamento no haber estado para darte unas palabras de ánimo, que de vez en cuando son tan necesarias...
Besos!
Dragonfly -
ayer estaba un poco de bajón pero pronto se me pasó...
Besets...
Nimue y su kaos -