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Dragonfly

Bienvenido a casa

Llego a casa. Uff, es viernes. Por fin. Voy a la cocina y bebo agua, tengo sed. Luego me dirigo a mi cuarto, mi refugio, mi cueva. Me quito los zapatos y dejo la cartera y las llaves encima del escritorio. Me desvisto y me pongo el pijama, aunque apenas esté oscureciendo.
Es una sensación muy agradable, llegar a casa, cansado y notarte de nuevo en ese lugar cálido y acogedor, donde te sientes seguro y a gusto. Como en una camita, envuelto en sábanas y mantas, todo dulce y suave, como de algodón...
Estos días me he vuelto a sentir pequeño y blandito, como si fuera de plastilina. Pero al llegar a casa me siento mejor. Estoy en mi terreno...

3 comentarios

Marta -

Jeje, yo lo primero que hago, una vez he sacado a Siro, es cambiarme y ponerme bien cómoda, luego me tiro al sofá y a descansar!

dragonfly -

;)
La verdad es que se está agustito en casa...

DuNa -

a mi también me ocurre a veces... mi habitación es todo mi terreno, que me sirve para renovar mis trocitos de plastilina morada :-)