DERROTA
Derrotada, pero aun orgullosa. El paso del tiempo y las innumerables caidas la han despojado de su caparazón de plástico, dejando a la vista su esqueleto de acero. Añora los buenos tiempos, cuando sus ruedas arañaban el asfalto, cuando aspiraba aire en grandes bocanadas a través de la caja del filtro. Cuando deboraba gasolina de 98 octanos y aceite sintético.La caricia de las manos de su dueño accionando el puño de gas, las palancas de freno. El rugido que protaba del escape, la brillante luz del faro rasgando la noche.
Cada 3000 km expertas manos se encargaban de mimarla para que se mantuviese en forma, sustituyendo cualquier componente desgastado, limpiando y ajustado sus complejos mecanismos internos.
Cualquier cosa con tal de arañar algún km/h, con tal de lograr encabritarse a la salida de cada semáforo....
Derrotada, agonizante, siendo pasto de criaturas carroñeras que poco a poco la iban despedazando, aun le quedaban fuerzas para recordar aquel poema que tanto le gustaba a su dueño
Derrota, mi derrota, mi soledad y mi aislamiento:
Para mí eres más valiosa que mil triunfos,
y más dulce para mi corazón que toda la gloria mundanal.
Derrota, mi derrota, mi conocimiento de mí mismo y mi desafío.
Tú me has enseñado que soy joven aún y de pies ligeros
Y a no dejarme engañar por laureles vanos.
Y en ti he encontrado la dicha de estar solo
y la alegría de ser alejado y despreciado.
Derrota, mi derrota, mi fulgurante espada y mi escudo:
en tus ojos he leído
que ser entronizado es ser esclavizado,
y que ser comprendido es ser derribado.
Y que ser apresado es llegar a la propia madurez.
Y como un fruto maduro, caer y ser consumido
Derrota, mi derrota, mi audaz compañera:
oirás mis cantos, mis gritos y silencios
y nadie más que tú me hablará del batir de alas.
De la impetuosidad de los mares
y de montañas que arden en la noche,
y sólo tú escalarás mi inclinada y rocosa alma.
Derrota, mi derrota, mi valor indómito inmortal,
tú y yo reíremos juntos con la tormenta,
y juntos cavaremos tumbas para todo lo que muere en nosotros,
y hemos de erguirnos al sol, como una sola voluntad.
Y seremos peligrosos.
Kahlil Gibrán, de El Loco 1918
4 comentarios
Anazul -
dragonfly -
Marta: si, trabajo hoy, esta tarde con los cascos puestos al pie del ordenador. Aunque no creo que tengamos mucho curro... Te deseo una feliz navidad (aunque no crea en ella) y que disfrutes de estas fiestas tan familiares....
Besitos
Marta -
Trabajas hoy? En cualquier caso, Gibran es de lo mejorcito que hay en la literatura ;) Te recomiendo el libro de las cartas de amor, dirigidas a su, lógicamente, enamorada.
Besitos y felices fiestas ;)
Ana Gracia -