
Sudores, el airecillo acariciando mi piel. La pista se acaba, hay que dejar la bici al borde del abismo, pensando en como leches vas a bajar por esa pista de pendiente bestial y llena de grava en penumbra. Pasito a pasito voy llegando a lo alto del cerro: una vista tremenda de ese mar de olivos, cereal y girasoles que se extiende bajo mis pies. Saco la cámara, me siento en una piedra y espero la llegada del ocaso
4 comentarios
El Viajero -
Besos de un Viajero!
dragonfly -
un besito a las dos!
Marta -
Me he quedado con la boca abierta, me han encantado estas fotos, realmente una preciosidad. Ya me gustaría a mí, poder disfrutar de ese espectáculo cada día.
Besos
P.s: sigo luego, que tengo que ir a la estación.
Nimue y su kaos -